miércoles, 22 de abril de 2009

Las repeticiones de las puertas acuáticas


Es muy difícil que se vuelva a repetir un caso similar al Watergate en Estados Unidos o cualquier otro país de occidente.

No es que haya una escasez de gargantas profundas o periodistas dedicados como Carl Bernstein y Bob Woodward; todo lo contrario.

Uno de los problemas es que actualmente los medios de comunicación bombardean con noticias al receptor de una manera tan despiadada, que este pierde capacidad de comprensión y con el pasar del tiempo, la capacidad de hacer algo para cambiar el orden de las cosas.

Un escándalo por lavado de dinero al día siguiente es reemplazado en la agenda mediática por un piquete en una ruta, que a su vez será reemplazado horas después por una marcha de vecinos de Caballito reclamando por mas seguridad.

El argentino promedio nunca entendió mucho de que se trataba Skanska y luego quedó en el olvido por el caso de las valijas de Antonini Wilson, por ejemplo. Pero a pesar de esto, sigue consumiendo noticias sin cesar, teme quedar aislado del mundo.

Mientras cada vez es mayor la cantidad de noticias, el espacio para el análisis se va haciendo cada vez más pequeño. Tan pequeño que la empresa periodística decide darle al receptor la noticia ya analizada según su conveniencia y sin ahondar en detalles.

Se suele escuchar en boca de periodistas que “el periodismo de investigación no se ejerce, por falta de tiempo”. Debería decirse, que no se toman muchos trabajos de investigación, porque se supone una pérdida de tiempo. Muchos casos que fueron llevados a la justicia no han quedado en nada y en el mejor de los casos, solo ha servido para bajarle algunos puntos de imagen positiva al político de turno. Citando al periodista del diario La Nación Jorge Fernández Díaz, todos los dias ocurren watergates berretas. ¿Los juicios?

Bien gracias, aún el ex presidente Carlos Saúl Menem fantasea con un tercer mandato mientras se pasea de juzgado en juzgado negándose a declarar acerca de delitos que se le imputan y que el periodismo progresista le descubrió durante los años 90.

Aún queda por ver si los blogs y los medios digitales alternativos, no las versiones online de los grandes diarios, tomaran la posta en la ardua tarea de investigar lo que no es público o si se estancan en el amateurismo del llamado periodismo ciudadano.



Alonso - Bruetman 2011
Si los conoces, los botas

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