martes, 21 de julio de 2009

Política 3.0 ¿Dos digitos para el pueblo?



Las llamadas nuevas herramientas tecnológicas están, sin duda, trastornando la vida humana. Mutamos. Cambió la comunicación mediada dando lugar al tan flamante como inflado periodismo 3.0, "tan cerca de ti". Nació, asimismo, la política 3.0. Bienvenida... ¿Tan cerca de ti? ¿De quién?


Veamos.De acuerdo con los datos de la Internet World Stats, sólo el 20 por ciento de la población latinoamericana es usuaria de la maravillosa red de redes. En África y en Asia, el porcentaje es menor: 11 y 4 por ciento, respectivamente. Sólo una pequeña minoría de la población mundial habla con dos dígitos. Pero, sin embargo, la totalidad muta con ellos. Y dio a luz a las ciberturbas, grandes manifestaciones colectivas, espontáneas y voluntarias organizadas digitalmente. Gente autoconvocada mediante sms, facebook, twitter, etc., para rebelarse masivamente contra el orden de (ciertas) cosas. En España, contra la falsa versión del atentado del 11-m elegida por el gobierno conservador del Partido Popular. En Estados Unidos y Europa, contra la guerra de Irak. ¿Y en la tierra del mate y el dulce de leche?


En Argentina hubo, hasta el momento, dos grandes ciberturbas. La primera en defensa de los dueños de la tierra. La segunda, contra los delincuentes pobres (no confundir con estafadores, corruptos, confiscadores, grandes evasores, negreros, etc.). La pionera fue la piedra de toque de la nueva política que instaló la idea de que la patria es el campo, y el campo son sus dueños. La otra, la de Susana Gimenez y facebook, consolidó la idea de que gobernar es terminar con los chorros.


Mundo digital, dime con quién andas y te diré quién eres.




Juan Pablo Aznarez

miércoles, 27 de mayo de 2009

10 tuiteos por dia



Basta.Basta.Basta.Basta.Basta.Basta.Basta.Basta.Basta.Basta.Basta.Basta.Basta.Basta.

¡Ya no aguanto mas a los charlatanes digitales!

El editor de Perfil digital Darío Gallo, que no es Julián, desde su blog afirma que el twitter mejora la escritura de los nuevos periodistas. Para el que no conoce, Twitter es una especie de red social tan grande como facebook, en donde los usuarios postean tweets, textos de no más de 140 caracteres, para comunicarse o contar que están haciendo en ese momento. También hay quienes lo denominan microblogs.
Darío pone como ejemplo de como deberían ser escritas las noticias, una breve historia contada por un usuario llamado hiloglorieta.
El texto extraído de su twitter dice así:

"Seguimos mal con el tema gatuno a pesar de la paciencia, el tiempo y las flores de Bach. Lila y Sansón se detestan. Voy a llorar."

La persona que lo escribió, tiene bastante tiempo libre para postear en internet sobre la depresión que le causa los problemas de salud del dúo felino Lila y Sansón. Pero al margen de ese pequeño detalle, el texto me pareció bastante gráfico acerca de los cambios que se estan intentando llevar a cabo en los medios.

También hay otro más que es destacado por ser "información de interés público, siempre imprescindible para quienes siguen la hilarante realidad nacional."
Para deleite intelectual de Darío ,el usuario de twitter juliagutierrez escribe:

"CFK tiene fascinación con un mismo modelo de cinturón, lo tiene en todos los colores y materiales!"

Que a un "profesor" de periodismo político (Si, por 145$ mensuales da clases en internet!), le parezcan interesantes y dignos de ser analizados comentarios tan banales como los de una mujer escribiendo acerca de los cinturones de la presidenta Cristina Fernández, es lamentable. Al menos, podria bajar su cachet a 10$ para que por lo menos el alumno pague un precio acorde a la calidad del docente que da las clases. Pobres de sus alumnos extranjeros (si es que los tiene) que tienen que pagar 100 dólares o 90 euros para que el "profe" les enseñe a hacer periodismo amarillo como el de la revista Noticias.

Darío, como es generoso, en el final de su post nos da un consejo a los estudiantes de periodismo:

"La falta de síntesis y la claridad de concepto en pocas palabras sigue siendo uno de los déficit de la mayoría que sale de las escuelas de periodismo. Tal vez si comenzaran a trajinar Twitter, a unos diez tuiteos por día como mínimo, aumentarán la capacidad para redondear conceptos en copetes y epígrafes. Si vas a criticar o elogiar este post, sólo podés hacerlo en 140 caracteres."

Para el "profe", el déficit mas importante de los nóveles periodistas no es la falta de rigurosidad, el no saber manejar fuentes confiables, el no escribir bien, el no ser tendencioso...
El problema es no ser breve para nuestros pobres lectores que cada vez leen menos.¡Que buenos consejos nos da a los estudiantes de periodismo este ladero del ex procesista y ahora democráta Jorge Fontevecchia!

Yo, Paulito, como hago mis deberes y quiero ser parte de los medios sea como sea*, le escribí un tweet al Gallo que no es Julián, en 140 carácteres como dios digital manda.
Dice así:

Gallo te haces el sota con el conflicto gremial del diario Perfil. Deja de boludear en Internet.Notas sin firmar y pocas fuentes.No mientan.

Hasta el próximo post,queridos lectores de Quiero milanesas!
No olviden tomar su desayuno y escribir los 10 tuiteos mínimos de cada día


Paulo A. Alonso -*Si alguien en algún medio lee esto por favor envíe un mail urgente a quieromilanesas@gmail.com, hago muy rico café y se twittear.

viernes, 1 de mayo de 2009

¿Quieres ser Julián Gallo?



Una nueva dieta mutante

Julián Gallo expresó en TEA que el periodismo tradicional suele tener mal acostumbrados a sus lectores. Comparó, utilizando una metáfora culinaria, las distintas secciones en que un diario se suele dividir con una dieta reducida, que simplificaría la realidad. “Yo no quiero milanesas con papas fritas todos los días”, dijo. “¿En qué sección pongo una noticia sobre sexo? ¿En salud?”, especificó. Ver menú de clarín.com acá.

El periodismo digital, según el consultor, está ampliando la dieta del lector al utilizar nuevos recursos (twitter, videos, etc) y al permitir, potencialmente, la existencia de una sección para cada cosa. En resumen, se trata de una de las promesas de Internet en general: infinitas ofertas para infinitas demandas, el límite es el usuario. Se trata, también, de una de las promesas del capitalismo y de la democracia liberal, que se suelen fundir con el mandamiento que reza “Se tu mismo”. Y justamente, según Gallo, otra de las virtudes del periodismo digital es la de permitir al lector elegir con precisión qué tipo de notas leer. “¡A mí no me importa el clima de Tucumán! ¡A mí no me importa que haya niebla en la autopista que va a Ezeiza!”, dijo, exaltado. Gallo quiere ser siempre “él mismo” y que las noticias lo mantengan en esa igualdad, en su isla de la libertad. En el blog Mirá, consecuente, ejercita su autonomía inventando secciones cada vez más singulares. Una de ellas se titula “Declaraciones delirantes” y se puede ver acá. Por un lado, la declaración atribuida a D´Elía que dio origen a la categoría es falsa. Basta con entrar al link este para corroborarlo. Por el otro, la frase es claramente política y se deforma encasillándola en “delirante”. Pero esto es resultado de su manera de hacer periodismo… y política

Sembrar y recolectar

Gallo piensa que el lugar de trabajo principal del periodista no es la calle, es Internet. Allí, según él, el periodista debe ejercitar sus principales actividades: sembrar y recolectar. Esto, según explicitó en la charla y ejercita en su blog, quiere decir: tomar una información ya dada en la Web y reproducirla con un breve comentario y una breve descripción. Un proceso digital endogámico que sugiere que lo que no está en la Red no existe, no es. La metáfora, por otra parte, es errada. La actividad consta de dos movimientos sencillos: copiar y pegar. Ninguno de ellos puede ser comparado con el término sembrar. No se le debe pedir al periodista digital que se exprese en un castellano exquisito. Sí que se exprese en uno correcto.

Gallo es, así, un periodista que no produce información, que no chequea detenidamente sus fuentes y que no se detiene a pensar las palabras con las que se comunica. Pero como consultor da cátedra y vende bien, claro. En una época en la que ser polémico es positivo porque llamar la atención, atrapar al consumidor, factura. En tiempos en los que debemos mutar porque Dios es digital. Y, entonces, muchos quieren ser Julián Gallo.

Juan Pablo Aznarez

jueves, 30 de abril de 2009

Cacarear de más


Julián Gallo, experto en Nuevos Medios, que esto bien podría llamarse Nuevos Medios Digitales Argentinos o Impulsemos Así La Información Desde Nuestras Laptops, entre distintas variantes, se presentó ante el aula, y brindo una clase abarcativa, que se encierra en etiquetarse Web 2.0 o como se llame, pero, que, él, ahí al frente, imparte algunas lecciones sobre la labor periodística del futuro, ayudado por sus diapositivas lanzadas desde su laptop Dell. (Diapositivas, y hay que aclararlo, bastante pobres.)

Gallo es, acaso, el alma mater, genio creador, padrino del mundo web-digital periodístico argentino, creador de Clarín.com y fuerte impulsor del periodismo blog, etcétera. Pero, creo, él mismo no es un exponente de buen periodismo: él no es fuente de noticia, sino un curioso que navega por día sus ciento y pico de medios digitales y, cuando encuentra una perla –según sus parámetros, claro–, la cuelga, con una pequeña síntesis, YouTube incluído, tags, etiquetas, pim bum bam, post. Esto no está mal. Solo es que habría que chequear de qué se habla cuando se habla de lo nuevo. La forma del paquete, sea papel, sea digital, mediante YouTube o lo que fuere, no es lo importante, sino el fondo, la información, el contenido de lo que tenemos ahí al frente. ¡Y, si todos somos Gallo, se acaba el periodismo! Espero que las reglas de Gallo sobre la fotografía periodística no se impongan en el Futuro, porque, además de que lo tendríamos que bancar panzón y calvo parlando acerca de este “movimiento” (“Cuando empezamos, éramos pocos...”), todo sería un poco más trucho. No habría posibilidad de un futuro Robert Capa, un Henri Cartier Bresson. De fotografías del tal magnitud. En la guerra, el periodista y el fotógrafo laburan en sintonía, informan a través de distintos sentidos. Así es posible que, sobre lo que ocurre en la Franja de Gaza, por dar un ejemplo, tengamos fotografías como éstas. Gallo obvia que, por más apocalipsis que avecine, la información, en un mundo de nervio más potente que el de hoy, tendrá que tener contenido. Por que no diremos “me faltan 70 noticias más” o “hoy quisiera publicar 10 posts en mi blog”, sino que, por más agua que corra debajo del puente, habrá que detenerse, y pensar, al leer la información. Los blogs están ahí, sin intermedio de un editor, en algunos casos útiles, en otros no.


Sebastián Alarcón



Alumno, repita, es revolucionario............................ R-E-V-O-L-U-C-I-O-N-A-R-I-O


En la imágen se puede apreciar al lider revolucionario Julián Gallo agitando a las masas de estudiantes, periodistas cool y directivos de multimedios, reunidos en un aula de la Universidad de Palermo.
El bloggerchevique los guia para que se apropien de los medios interactivos, realicen la revolución 2.0 y logren digitalizar las redacciones.


Mientras tanto, el nefasto régimen de los sindicatos y gremios periodisticos se prepara para confundir al pueblo trabajador de prensa, preso de las garras de la burocracia y sumido en el atraso de los diarios papel.
¿Hay alguna razón por la cual las patronales les deberian pagar a los primitivos fotógrafos profesionales por el trabajo que bien puede hacer un niño de cinco años?
A flexiblizar, a flexibilizar, que las redacciones no son nuestras, tuya o de aqu...


Paulo se retracta

Me siento herido de muerte por las contundentes palabras de Alejandro Martín en solidaridad con Julián Gallo. El comentarista no solo repudia el abuso de la utilización del término gente, sino que también se indigna ante la noble palabra chantapufi.

Jaqueado ante la falta de elementos para rebatir su magistral defensa del buen nombre del consultor de medios interactivos, procedo a pedir disculpas y retractarme públicamente. (otra vez!)


Sin dudas, la he pifiado feo. Gallo y su sequito de divulgadores 2.0 son los revolucionarios del siglo XXI.

miércoles, 29 de abril de 2009

Una milanesa sin pan rayado

"Para que una cosa sea interesante basta con mirarla durante mucho tiempo. Ese es el slogan del blog de Julián Gallo y el mandamiento que siguieron las empresas periodísticas durante los últimos veinte años". Como bien comenta Alejandro Martín en el post anterior los que le pagan a Gallo por una consultoría saben lo que hacen. Siguiendo el consejo de gallo, Nazarena Velez pasó de ser la novia de un exitoso bailantero a gran personalidad de la farándula, Tinelli llenó la pantalla televisiva de la tarde- y en todos los canales- con el análisis de los bailarines amateurs de sus concursos y así consiguió liderar el ráting nocturno o los noticieros, comenzaron a repetir sin cesar hechos delictivos y nos convencieron de que vivimos en un lugar inseguro aunque, en rigor la Argentina sea uno de los países más seguros de la región.

"Una foto la puede sacar un chico de 5 años", desafió Gallo al auditorio de TEA - Entre el slogan y esta frase puede comprenderse lo que pretende del periodismo.

Gallo quiere que los periodistas se transformen en reproductores, como si fuesen DVDs. Ni en la charla ni en su blog demostró interés por los contenidos. Nunca habló de un periodista como un hombre encargado de interpretar la realidad.

O de por lo menos cuestionarla.


Por otra parte Gallo, quien no aparenta tener interés en defender los diarios de papel, propuso que los redactores saquen las fotos que ilustran sus notas, las editen y las corrijan. Una idea que sólo puede proponer una persona que nunca pisó una redacción o sumamente ególatra que cree que puede hacer el trabajo de todos.

El periodismo es un trabajo en equipo, no unipersonal. Se necesita que cada individuo cumpla con su función, que los fotógrafos que se especializan en sacar fotos y las sacan mucho mejor que un chico de 5 años, - y aparte tienen una cámara que un chico de 5 años no tendría fuerza para cargar en su hombro- , saquen fotos, que el redactor consiga todos los datos necesarios, escriba la nota y la entregue a cierto horario, que el editor la revise y analicé por ejemplo que no se repitan las palabras entre los distintos títulos y notas y que los correctores, - de los que Clarín y Olé han decidido prescindir desde hace ya varios años generando consecuencias nefastas para el lenguaje- corrijan. Las existencias de estos seres en una redacción no son un capricho. Gallo no justificó este desmedro por el trabajo de los periodistas. Especialmente de los fotógrafos que hacen periodismo, que todos los días corren tras la noticia.


Pablo Bruetman