jueves, 30 de abril de 2009

Cacarear de más


Julián Gallo, experto en Nuevos Medios, que esto bien podría llamarse Nuevos Medios Digitales Argentinos o Impulsemos Así La Información Desde Nuestras Laptops, entre distintas variantes, se presentó ante el aula, y brindo una clase abarcativa, que se encierra en etiquetarse Web 2.0 o como se llame, pero, que, él, ahí al frente, imparte algunas lecciones sobre la labor periodística del futuro, ayudado por sus diapositivas lanzadas desde su laptop Dell. (Diapositivas, y hay que aclararlo, bastante pobres.)

Gallo es, acaso, el alma mater, genio creador, padrino del mundo web-digital periodístico argentino, creador de Clarín.com y fuerte impulsor del periodismo blog, etcétera. Pero, creo, él mismo no es un exponente de buen periodismo: él no es fuente de noticia, sino un curioso que navega por día sus ciento y pico de medios digitales y, cuando encuentra una perla –según sus parámetros, claro–, la cuelga, con una pequeña síntesis, YouTube incluído, tags, etiquetas, pim bum bam, post. Esto no está mal. Solo es que habría que chequear de qué se habla cuando se habla de lo nuevo. La forma del paquete, sea papel, sea digital, mediante YouTube o lo que fuere, no es lo importante, sino el fondo, la información, el contenido de lo que tenemos ahí al frente. ¡Y, si todos somos Gallo, se acaba el periodismo! Espero que las reglas de Gallo sobre la fotografía periodística no se impongan en el Futuro, porque, además de que lo tendríamos que bancar panzón y calvo parlando acerca de este “movimiento” (“Cuando empezamos, éramos pocos...”), todo sería un poco más trucho. No habría posibilidad de un futuro Robert Capa, un Henri Cartier Bresson. De fotografías del tal magnitud. En la guerra, el periodista y el fotógrafo laburan en sintonía, informan a través de distintos sentidos. Así es posible que, sobre lo que ocurre en la Franja de Gaza, por dar un ejemplo, tengamos fotografías como éstas. Gallo obvia que, por más apocalipsis que avecine, la información, en un mundo de nervio más potente que el de hoy, tendrá que tener contenido. Por que no diremos “me faltan 70 noticias más” o “hoy quisiera publicar 10 posts en mi blog”, sino que, por más agua que corra debajo del puente, habrá que detenerse, y pensar, al leer la información. Los blogs están ahí, sin intermedio de un editor, en algunos casos útiles, en otros no.


Sebastián Alarcón



Alumno, repita, es revolucionario............................ R-E-V-O-L-U-C-I-O-N-A-R-I-O


En la imágen se puede apreciar al lider revolucionario Julián Gallo agitando a las masas de estudiantes, periodistas cool y directivos de multimedios, reunidos en un aula de la Universidad de Palermo.
El bloggerchevique los guia para que se apropien de los medios interactivos, realicen la revolución 2.0 y logren digitalizar las redacciones.


Mientras tanto, el nefasto régimen de los sindicatos y gremios periodisticos se prepara para confundir al pueblo trabajador de prensa, preso de las garras de la burocracia y sumido en el atraso de los diarios papel.
¿Hay alguna razón por la cual las patronales les deberian pagar a los primitivos fotógrafos profesionales por el trabajo que bien puede hacer un niño de cinco años?
A flexiblizar, a flexibilizar, que las redacciones no son nuestras, tuya o de aqu...


Paulo se retracta

Me siento herido de muerte por las contundentes palabras de Alejandro Martín en solidaridad con Julián Gallo. El comentarista no solo repudia el abuso de la utilización del término gente, sino que también se indigna ante la noble palabra chantapufi.

Jaqueado ante la falta de elementos para rebatir su magistral defensa del buen nombre del consultor de medios interactivos, procedo a pedir disculpas y retractarme públicamente. (otra vez!)


Sin dudas, la he pifiado feo. Gallo y su sequito de divulgadores 2.0 son los revolucionarios del siglo XXI.

miércoles, 29 de abril de 2009

Una milanesa sin pan rayado

"Para que una cosa sea interesante basta con mirarla durante mucho tiempo. Ese es el slogan del blog de Julián Gallo y el mandamiento que siguieron las empresas periodísticas durante los últimos veinte años". Como bien comenta Alejandro Martín en el post anterior los que le pagan a Gallo por una consultoría saben lo que hacen. Siguiendo el consejo de gallo, Nazarena Velez pasó de ser la novia de un exitoso bailantero a gran personalidad de la farándula, Tinelli llenó la pantalla televisiva de la tarde- y en todos los canales- con el análisis de los bailarines amateurs de sus concursos y así consiguió liderar el ráting nocturno o los noticieros, comenzaron a repetir sin cesar hechos delictivos y nos convencieron de que vivimos en un lugar inseguro aunque, en rigor la Argentina sea uno de los países más seguros de la región.

"Una foto la puede sacar un chico de 5 años", desafió Gallo al auditorio de TEA - Entre el slogan y esta frase puede comprenderse lo que pretende del periodismo.

Gallo quiere que los periodistas se transformen en reproductores, como si fuesen DVDs. Ni en la charla ni en su blog demostró interés por los contenidos. Nunca habló de un periodista como un hombre encargado de interpretar la realidad.

O de por lo menos cuestionarla.


Por otra parte Gallo, quien no aparenta tener interés en defender los diarios de papel, propuso que los redactores saquen las fotos que ilustran sus notas, las editen y las corrijan. Una idea que sólo puede proponer una persona que nunca pisó una redacción o sumamente ególatra que cree que puede hacer el trabajo de todos.

El periodismo es un trabajo en equipo, no unipersonal. Se necesita que cada individuo cumpla con su función, que los fotógrafos que se especializan en sacar fotos y las sacan mucho mejor que un chico de 5 años, - y aparte tienen una cámara que un chico de 5 años no tendría fuerza para cargar en su hombro- , saquen fotos, que el redactor consiga todos los datos necesarios, escriba la nota y la entregue a cierto horario, que el editor la revise y analicé por ejemplo que no se repitan las palabras entre los distintos títulos y notas y que los correctores, - de los que Clarín y Olé han decidido prescindir desde hace ya varios años generando consecuencias nefastas para el lenguaje- corrijan. Las existencias de estos seres en una redacción no son un capricho. Gallo no justificó este desmedro por el trabajo de los periodistas. Especialmente de los fotógrafos que hacen periodismo, que todos los días corren tras la noticia.


Pablo Bruetman

martes, 28 de abril de 2009

Bla,bla,bla 2.0

Luego de escuchar disertar a Julián Gallo sobre medios digitales, blogs, nuevo periodismo y toda la chachara 2.0 llegué a una conclusión: es un chantapufi.

Antes de enumerar mis argumentos quiero que quede en claro que no estoy en contra de los blogs ni soy un fobico a la tecnologia.
Pero si me parecen perversos los profetas como Gallo, que no es el único, que se la pasan llenándose la boca con afirmaciones tales como que el periodismo tradicional está muerto, que ahora la onda no es chequear fuentes porque alcanza con Wikipedia, que todo estudiante debería tener un blog, que hay que adornar la noticia con todo el arsenal multimedia posible y que promueve la flexibilización laboral de los trabajadores de prensa.

Gallo para explicar su tesis, utiliza entretenidas metáforas gastronomicas acompañadas de diapositivas, posee un buen conocimiento de técnicas de marketing y lo confieso, es un buen showman. No cuestiono eso.
Critico lo que hay detrás, el toyotismo rancio que emana su discurso.

Porque no solo estamos discutiendo acerca de si la noticia del diario online tiene que tener imágenes de Flickr, videos de Youtube, espacio para dejar comentarios y cuanto gadget se pueda agregar. Gallo está definiendo el perfil del trabajador de prensa del futuro, un pobre diablo que va a cobrar el mismo salario por hacer el trabajo de un camarógrafo, fotógrafo y editor de imágenes. Todos los roles en una misma persona, una ganga.

Ah, y blog, porque ahora el periodismo está en la onda Blogger. Y Twitter también, porque sus usuarios también quieren la noticia. Aaaah, y en algun futuro no muy lejano, también redactar algunas notitas para Blackberries y teléfonos celulares.

Pero dejémonos de jorobar un poco, esto no revoluciona el periodismo un pepino, solo nos hace cada vez más dependientes de la tecnología . Hay miles de cosas que pueden hacernos mejores periodistas antes que armarnos un blog o sacarle fotos a Obama con un celular.


Paulo Alonso

Lo que viene, lo que viene...

El consultor de medios interactivos y creador de la versión digital del diario Clarín Julian Gallo visitó la escuela de periodismo TEA para dar una charla sobre nuevos medios de comunicación y periodismo digital.

miércoles, 22 de abril de 2009

Las repeticiones de las puertas acuáticas


Es muy difícil que se vuelva a repetir un caso similar al Watergate en Estados Unidos o cualquier otro país de occidente.

No es que haya una escasez de gargantas profundas o periodistas dedicados como Carl Bernstein y Bob Woodward; todo lo contrario.

Uno de los problemas es que actualmente los medios de comunicación bombardean con noticias al receptor de una manera tan despiadada, que este pierde capacidad de comprensión y con el pasar del tiempo, la capacidad de hacer algo para cambiar el orden de las cosas.

Un escándalo por lavado de dinero al día siguiente es reemplazado en la agenda mediática por un piquete en una ruta, que a su vez será reemplazado horas después por una marcha de vecinos de Caballito reclamando por mas seguridad.

El argentino promedio nunca entendió mucho de que se trataba Skanska y luego quedó en el olvido por el caso de las valijas de Antonini Wilson, por ejemplo. Pero a pesar de esto, sigue consumiendo noticias sin cesar, teme quedar aislado del mundo.

Mientras cada vez es mayor la cantidad de noticias, el espacio para el análisis se va haciendo cada vez más pequeño. Tan pequeño que la empresa periodística decide darle al receptor la noticia ya analizada según su conveniencia y sin ahondar en detalles.

Se suele escuchar en boca de periodistas que “el periodismo de investigación no se ejerce, por falta de tiempo”. Debería decirse, que no se toman muchos trabajos de investigación, porque se supone una pérdida de tiempo. Muchos casos que fueron llevados a la justicia no han quedado en nada y en el mejor de los casos, solo ha servido para bajarle algunos puntos de imagen positiva al político de turno. Citando al periodista del diario La Nación Jorge Fernández Díaz, todos los dias ocurren watergates berretas. ¿Los juicios?

Bien gracias, aún el ex presidente Carlos Saúl Menem fantasea con un tercer mandato mientras se pasea de juzgado en juzgado negándose a declarar acerca de delitos que se le imputan y que el periodismo progresista le descubrió durante los años 90.

Aún queda por ver si los blogs y los medios digitales alternativos, no las versiones online de los grandes diarios, tomaran la posta en la ardua tarea de investigar lo que no es público o si se estancan en el amateurismo del llamado periodismo ciudadano.



Alonso - Bruetman 2011
Si los conoces, los botas